La Física ha sido promotora de importantes transformaciones para el bienestar humano a lo largo de su historia. Sin embargo, se le identifica más por ser una materia escolarizada, con un lenguaje e instrumentos propios y no como una disciplina que desarrolla modelos que describen e interpretan la naturaleza, y que es un motor para el desarrollo tecnológico, económico, de la información, de la salud y la alimentación de las naciones. Desde esta perspectiva, se busca que la Física que se enseña se vuelva atractiva y promueva el desarrollo de habilidades, en la medida en que se acerque a las demandas y necesidades de los estudiantes en el mundo contemporáneo.

“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”
Pr. 22.6